El timo de las bombillas LED: cómo repararlas

El timo de las bombillas LED: cómo repararlas

Miércoles, 12/11/2025, 21:35 h.

En el periodo comprendido entre 2009 y 2012 la Unión Europea prohibió progresivamente la fabricación y venta de bombillas de filamento incandescente. La justificación oficial afirma los siguientes objetivos: lograr una reducción significativa del consumo energético, cambiar a tecnologías con mayor duración de funcionamiento o vida a útil, y usar alternativas más ecológicas y saludables. Aunque no es verdad y la motivación es la obsolescencia forzosa de tecnologías baratas.

La iluminación representaba el 15 % del consumo de electricidad de los hogares cuando se inició la prohibición de las bombillas incandescentes. Un porcentaje bastante pequeño. Mientras, se ha promovido la proliferación de aparatos eléctricos en los hogares, con notable aumento de numerosos electrodomésticos de gran consumo (desde lavavajillas a televisiones pasando por vitrocerámicas), incluidos los que usan electricidad para producir calor (calefacción, cocinar, secar, ...) a pesar de ser la conversión energética a calor más ineficiente.

El documental "Comprar, tirar, comprar" repasa como el acortamiento de la duración de funcionamiento o vida útil de las bombillas incandescentes es un artificio pactado por el cártel de los fabricantes para incrementar sus beneficios: las bombillas incandescentes pueden durar mucho más que la duración de las bombillas que se venden. Por su parte, las bombillas LED que se venden se estropean a los pocos años o menos, una duración menor que las bombillas incandescentes a las que reemplazaron, aunque se publicitó que durarían décadas (en concreto, 25 veces más).

Las bombillas "de bajo consumo" que sustituyeron a las bombillas incandescentes contienen sustancias tóxicas como mercurio, cadmio, berilio y bromo, y la viabilidad real de su reciclabilidad es nula siendo enviadas como basura tecnológica a vertederos en países monetariamente pobres.

El espectro lumínico típico de las bombillas LED, con un gran pico de luz azul, es posiblemente perjudicial para la salud.

Pero en la actualidad, en muchos países, es difícil lograr iluminar casas y oficinas con algo diferente a LED, aunque siempre es posible buscar e intentarlo. Debido a ello, reparar una bombilla LED es un conocimiento útil.

Las lámparas LED se estropean frecuentemente. Afortunadamente son fáciles de reparar la mayoría de las veces y es una tarea bastante segura.

1. Las bombillas LED no deberían pero suelen calentarse aunque sin alcanzar las temperaturas habituales de las bombillas incandescentes. Ante la duda, apagar el interruptor y dejar unos pocos minutos para que se enfríe.

2. El bulbo o ampolla, que es de vidrio en las bombillas incandescentes, es de plástico resistente en las bombillas LED y simplemente pegado a la carcasa o disipador. Introduzca una navaja o cuchillo fino a lo largo del borde entre el bulbo o ampolla y la carcasa o disipador ejerciendo un poco de fuerza y palanca, girando la bombilla mientras hace varias vueltas o pasadas hasta lograr despegar ambas partes.

3. Verá una serie de LED SMD (con aspecto de cuadraditos amarillos) que forman una corona o circunferencia. Típicamente el LED SMD estropeado es claramente distinguible por observarse una quemadura negra. Si no se distinguiera el estropeado a simple vista, necesitará un multímetro o polímetro eléctrico, seleccionar el modo continuidad o en su defecto resistencia a la escala más detallada posible, e ir colocando una punta (del multímetro o polímetro) a un lado y otra punta al otro lado de cada LED SMD (un LED SMD estropeado tiene interrumpida su continuidad). Una posibilidad que no recomendamos, a falta de multímetro o polímetro eléctrico (un aparato muy útil para reparaciones eléctricas y muy barato), es enroscar el casquillo a un portacasquillo conectado a la red eléctrica, y usar una pinza metálica (forrada en varias vueltas de papel o usando guantes como seguridad) o un trozo corto de cable doblado en U con el cobre asomando por sus puntas, para ir uno a uno cada LED SMD tocando ambos lados al mismo tiempo, el LED SMD estropeado es aquel que al tocarlo el resto se encenderán (desconecte la bombilla a continuación, apagando el interruptor).

4. Arranque el LED SMD estropeado haciendo un poco de palanca con la punta de un destornillador plano, navaja o cuchillo, barriendo hacia el exterior (para evitar chocar contra otro LED SMD u otro componente). Con un soldador, rellene de estaño el hueco dejado por el LED SMD arrancado. A falta de soldador, es posible pero menos recomendable, cortar un trozo de papel de aluminio un poco más grande que el LED SMD arrancado, ponerle encima un trozo de papel de aluminio doblado varias veces, plástico o cartón para hacer presión y fijarlo con un trozo de cinta adhesiva aislante, teniendo mucho cuidado de que el aluminio haga buen contacto directamente con los bordes del hueco dejado por el LED SMD arrancado.

5. Para probar, conecte el casquillo a un portacasquillo y a continuación encienda el interruptor sin mirar directamente a la bombilla LED para proteger sus ojos. Apague el interruptor y desenrosque la bombilla.

6. Rasque suavemente los restos de pegamento viejo del borde. Use algún pegamento para pegar el bulbo o ampolla a la carcasa o disipador, es suficiente con colocar una gota en tres o cuatro puntos, no es necesario extenderlo por todo el borde para facilitar una futura reparación.